El uso de estufas ahorradoras de leña, una alternativa en México

El uso de estufas ahorradoras de leña, una alternativa en México

Fecha: 26 de junio del 2006
Reportero: Tayra Villarreal
Fuente: Once Noticias

Para esta familia la leña es un recurso natural indispensable para sobrevivir. Y aunque este combustible es su mejor aliado para preparar los alimentos y combatir el frío, también es un enemigo que cubre todos los espacios.

“Se me irrita la garganta, los ojos, cuando me da gripa pues luego duro tiempo así ronca, porque me dice el doctor que es del mismo humo”, expresó María Santos.

Según estadísticas oficiales, 26 millones de mexicanos utilizan la leña como principal fuente de energía. La mayoría habita en comunidades rurales del centro, sur y sureste del país.

Los contaminantes que generan estos fogones provocan enfermedades que acortan la vida de estas mujeres y niños, como la bronquitis crónica y el enfisema.

Rogelio Pérez Padilla, investigador del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), comentó: “en la infancia los niños que se exponen al humo de la leña tienen mayor riesgo de infecciones, mayor riesgo de neumonías y ya en la etapa adulta pues ya vienen las enfermedades pulmonares más o menos parecidas a las del fumador”.

La utilización de la leña también impacta los bosques y las selvas, aunque no contribuye de manera notable a la deforestación.

Francisco García, de Gestión Forestal y de Suelos, de la Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales (Semarnat), dijo: “lo que sí es relevante para los temas de la deforestación es el cambio de uso de suelo ilegal, irregular que se hace sin autorización de la secretaría. El segundo es el problema de la tala ilegal”.

Aún así, los fogones abiertos desperdician energía que podría ser mejor aprovechada.

“Cuando pone uno el nixtamal para hacer tortillas se tarda, cuando cuece uno unos frijolitos pues se tarda uno todo el día, y todo el día así quemando leña y rinde menos”, señaló María Santos.

Una alternativa para evitar que mujeres y niños respiren el humo de los fogones abiertos es el uso de estufas ahorradoras de leña, como ya se hace aquí en Macho de Agua, Zitácuaro.

Las mujeres de esta comunidad, ubicada en el corazón del área de conservación de la mariposa monarca, utilizan la estufa ahorradora de leña "Lorena", denominada así porque está construida con lodo y arena.

Esta estufa envía el humo al exterior de la vivienda mediante un tubo conectado a una chimenea, además de que utiliza 50% menos combustible.

Eva Gucio, habitante de Macho de Agua, Zitácuaro, explicó: “con poquita leña puede estar cocinando aquí y haciendo las tortillas allá y este pues si quiere tenerla prendida la mantiene prendida y entre más lumbre tenga pues menos leña gasta, porque ahorita ya se calentó y con un palito sigue o sea todo el día o sea nomás se le echa poquito y ahí sigue”.

“Es del doble de la eficiencia que si se tiene una fogata abierta donde se disipa el calor y donde el nivel de captura de la leña es de aproximadamente un 15%, aquí es de un 97%”, señaló Francisco García.

El gobierno federal, a través de distintas dependencias, introduce poco a poco este tipo de estufas entre la población rural, pero aquí en Macho de Agua llegaron gracias a una organización civil llamada Alternare, que enseña a los pobladores a construir las estufas con sus propios recursos.

“Nos enseñaron a echar mano de lo que tenemos para construirla, porque nosotros nos espantábamos, decíamos de dónde vamos a sacar para el tabique, para la tierra, o sea nosotros decíamos que era un gasto muy grande para construirla, pero ya con el apoyo de ellos avanzamos y ya estamos ahorrando más leña”, manifestó Cristina Jiménez, habitante de Macho de Agua, Zitácuaro.

La base del trabajo es transmitir el conocimiento de campesino a campesino.

“Cuando se da la información de un profesional a un campesino como que no hay esa confianza, no hay esa apertura, entonces esto de campesino a campesino nos permite llegar más a la gente, y sobre todo porque conocemos la problemática”, declaró Elia Hernández, de Alternare, Asociación Civil.

Estas estufas ahorradoras de leña operan ya en unas dos mil comunidades de Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Michoacán.
balerínky